Un castigo ejemplar

Ultimamente he escuchado por la radio y televisión la cantidad de muertes que llevamos este año por la violencia de genero, un nombre mucho mas adecuado que violencia machista, y la verdad es que me parece algo realmente espantoso. No recuerdo bien en numero en concreto pero creo recordar que estaba sobre las sesenta lo que nos da unas cinco victimas por mes a groso modo.

Se podría culpar de esto a la presión, al estres, al alcoholismo, a las drogas y a muchas cosas mas pero yo creo sinceramente que solo hay un motivo y es la falta de educación. A mi desde bien pequeño se me ha inculcado que no debo agredir a nadie y los trece años que llevo sin tocarle la cara a nadie dan crédito de ello (Si Elena, es mi tesoro e intentare que siga siendolo).

Ahora bien el problema de la educación se puede arreglar en edades mas avanzadas con otros métodos. Hace unos siglos existió un hombre llamado Vlad Tepes, alias Vlad el Empalador, este hombre ha sido fruto de leyendas y historias fantásticas a montones que nos han hecho olvidar parte de lo bueno que hizo. Vlad exploto al máximo la mayor fuerza que existe: el Miedo. Todos los infractores de la ley de Rumania eran empalados en lugares publicos para que se viera cual era el castigo que se imponía por el crimen. Solo había un castigo y era la muerte por eso para muchos Vlad era un monstruo porque le temían ya que no tenían la consciencia tranquila, para el que no había hecho nada malo no le temía y lo consideraba un héroe. Ese fue su mayor logro.

Ahora en la época civilizada hemos llegado a un punto en el que en España, del resto de países no hablo porque no se, la ley es de chiste. ¿Mataste a tu pareja propinandole doce puñaladas? Cuarenta años a la cárcel, total saldrás en cinco por buena conducta y todo listo.

No nos confundamos que yo no estoy pidiendo que los empalen en la plaza de pueblo solo pido que los infractores teman a la ley, que las victimas tengan justicia. Soy de los que considero que quitarle la vida a alguien no es algo que se deba tomar a la ligera pero tampoco quiero pagarle la comida a una tropa de indeseables que no son mas que una rémora para la sociedad. Que se instalen programas en las prisiones para que toda esa gentuza vaya a picar piedras o a limpiar pozos negros. Que trabajen, que se ganen la comida que están consumiendo por mala que sea.

Creo que no es mucho pedir que la justicia haga honor a su nombre y de una vez por todas no sea tan ciega y vea que se están riendo de ella.